Una boca sana apenas necesita un poco de flúor y constancia para prevenir la caries.
Pero cuando existen patologías de base, conviene buscar un producto específico Ni todas las bocas son iguales, ni tienen las mismas necesidades. A la hora de llevar a cabo una correcta higiene diaria, entran en juego factores como la edad, los problemas de base (gingivitis, periodontitis, tinciones ocasionales…), circunstancias puntuales (por ejemplo, una intervención quirúrgica) o la sensibilidad ocasionada por el propio desgaste.
Juan Carlos Llodra, director ejecutivo del Consejo General de Dentistas de España, recuerda que la concentración de flúor no debe estar por debajo de las 1.000 partículas por millón (ppm), «porque no serviría de nada, sería lo mismo que lavar los dientes sin pasta. Lo más habitual en la oferta que existe en el mercado es un dentífrico con una concentración de flúor de 1.500 ppm».
A la hora de elegir la mejor pasta de dientes para cada caso, es importante estudiar si existe algún problema añadido. Mientras que una boca sana solo necesita el mínimo de flúor y un cepillado tras las comidas, si tenemos sensibilidad dental hay que buscar los dentífricos diseñados a tal uso, puesto que contienen sustancias que sellan los poros de la dentina, los que conectan con los nervios del diente, y la refuerzan, evitando así las molestias. Lo mismo sucede con la inflamación bacteriana y posterior sangrado de las encías que provoca la gingivitis, y que precisan de una ayuda adicional al flúor como es el triclosán (potente antiséptico). El Dr. Llodra recuerda que la técnica del cepillado no debe incluir nunca el enjuague, puesto que el agua arrastra parte del flúor, reduciendo su efecto beneficioso.
En el caso de los niños, la concentración debe ser mucho menor porque en muchos casos, al no saber escupir correctamente el sobrante, tragan parte del dentífrico. A partir de los 12 años ya pueden usar la formulación de los mayores. Especial atención merecen los casos de periodontitis que, además de la ayuda del especialista, necesitan de la clorhexidina. A concentraciones elevadas es curativa, pero debe restringirse a dos semanas de uso para no manchar el esmalte. Esta sustancia desinfectante es eficaz también tras la extracción de alguna pieza dental.
La elección de una pasta de dientes específica tiene un importante efecto en el caso de la halitosis, puesto que hay algunas fórmulas capaces de neutralizar los compuestos responsables del mal aliento, manteniendo la frescura durante más tiempo. Especiales son también los dentífricos que combaten la xerostomía (sequedad bucal), provocada en muchos casos por ciertos medicamentos o por el consumo de tabaco. Estos productos de venta en farmacia contienen sustancias que aumentan la hidratación de la mucosa y la protegen.
(Información obtenida de Infomed Dental, nº 392 Mayo 2016.